Judges 1

I. LA SITUACIÓN POLÍTICO-RELIGIOSA DESPUÉS DE LA MUERTE DE JOSUÉ

Derrota de Adonibésec

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1. Simeón tenía su herencia en medio del territorio de Judá, por lo cual era lógico que las dos tribus se ayudasen mutuamente.
Muerto Josué, los hijos de Israel consultaron a Yahvé, diciendo: “¿Quién de nosotros marchará primero contra el cananeo para combatirlo?”
2Respondió Yahvé: “Judá; he aquí que he entregado la tierra en sus manos.” 3Dijo entonces Judá a Simeón, su hermano: “Sube conmigo a la tierra de mi herencia, para hacer guerra contra los cananeos, y también yo iré contigo a la tierra de tu herencia.” Y Simeón le acompañó.

4Subió Judá, y Yahvé dio en sus manos a los cananeos y fereceos, de los cuales derrotaron en Bésec diez mil hombres. 5Encontraron en Bésec a Adonibésec, le atacaron y derrotaron a los cananeos y a los fereceos. 6
6. Le cortaron los pulgares: Mutilación destinada a hacer al enemigo incapaz de luchar en la guerra.
Huyó Adonibésec; mas le persiguieron y después de haberle tomado preso le cortaron los pulgares de sus manos y de sus pies.
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7. Notable confesión y manifestación de su arrepentimiento. El episodio recuerda los referidos en Mateo 15, 27 y Lucas 16, 21.
Entonces dijo Adonibésec: “Setenta reyes que tenían cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas debajo de mi mesa. Como yo hice, así me paga Dios.” Y le llevaron a Jerusalén, donde murió.
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8. La toma de la ciudad de Jerusalén, que se hallaba en el territorio de Benjamín, o no fue de larga duración, o solamente parcial, como se colige del versículo 21. Cf. 19, 11.
Pues los hijos de Judá atacaron a Jerusalén y habiéndola tomado la pasaron a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad.

Conquista de Hebrón y Dabir

9Después descendieron los hijos de Judá a combatir a los cananeos que habitaban en la montaña, en el Négueb y en la Sefelá. 10
10. Véase Números 13, 23; Josué 15, 14.
Y marchó Judá contra los cananeos que habitaban en Hebrón, cuyo nombre antiguo era Kiryat- Arbá, y derrotaron a Sesai, Ahimán y Talmai.
11De allí marchó contra los habitantes de Dabir, cuyo nombre antiguo era Kiryatséfer. 12Entonces dijo Caleb: “Al que derrote a Kiryatséfer y la tome, le daré por mujer mi hija Acsá.” 13Y la tomó Otoniel, hijo de Kenas, hermano menor de Caleb; y este le dio por mujer su hija Acsá. 14
14. Este la instigó . Así la Vulgata. Como ella bajase: Vulgata: como ella diese un suspiro. Cf. Josué 15, 18.
Mientras ella se iba (con su marido), este la instigó a que pidiera a su padre un campo; y como ella se bajó del asno, le preguntó Caleb: “¿Qué te pasa?”
15Respondió ella: “Dame una bendición; ya que me has dado tierra de secano, dame también fuentes de agua.” Y Caleb le dio fuentes en las regiones superiores y en las inferiores.

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16. Cuñado de Moisés: Se refiere a Hobab, hijo de Jetró. Hobab y su familia se habían incorporado al pueblo israelita (Números 10, 29). De los cineos descendieron los recabitas (Jeremías 35, 2 ss.). Cf. 4, 11; Números 10, 29; 24, 21; IV Reyes 10, 15 ss.; I Paralipómenos 2, 55. Ciudad de las Palmeras: según Deuteronomio 34, 3 y II Paralipómenos 28, 15: Jericó.
Los hijos del Cineo, cuñado de Moisés, subieron juntamente con los hijos de Judá, desde la ciudad de las Palmeras, al desierto de Judá, que está al sur, en Arad; y vinieron a habitar con el pueblo.

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17. Anatema: Véase Levítico 27, 28 y nota. Horma: Véase Números 14, 45 y nota.
Después acompañó Judá a su hermano Simeón y derrotaron a los cananeos que habitaban en Sefat; ejecutaron allí el anatema y fue llamada aquella ciudad Horma.
18Judá tomó también a Gaza con su territorio, a Ascalón con su territorio y a Acarón con su territorio. 19Yahvé estuvo con Judá de modo que pudo apoderarse de la montaña, pero no pudo expulsar a los habitantes de los valles, porque tenían carros de hierro. 20A Caleb se le dio Hebrón, como le había prometido Moisés; y Caleb expulsó de allí a los tres hijos de Enac.

21
21. Los jebuseos se mantuvieron en Jerusalén hasta los tiempos de David (II Reyes 5, 6 ss.).
Los hijos de Benjamín no expulsaron a los jebuseos que habitaban en Jerusalén; y así habitan los jebuseos con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta el día de hoy.

Toma de Betel

22Los de la casa de José, por su parte, subieron contra Betel, y Yahvé estuvo con ellos. 23Mientras exploraban Betel, cuyo nombre antiguo era Luz, 24vieron los centinelas a un hombre que salía de la ciudad, y le dijeron: “Muéstranos, te rogamos, por dónde se puede entrar en la ciudad, y usaremos contigo de misericordia.” 25Él les mostró por donde se podía entrar en la ciudad, y ellos pasaron la ciudad a filo de espada; mas dejaron salir a aquel hombre con toda su familia, 26
26. A tierra de los heteos, esto es fuera de Palestina. Los heteos habían erigido un gran reino en Asia Menor.
el cual fue a tierra de los heteos, donde edificó una ciudad, y la llamó Luz. Este es su nombre hasta el día de hoy.

Resistencia de los cananeos

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27 ss. El autor sagrado pone de relieve la desobediencia que cometieron los israelitas al no extirpar a los cananeos, lo cual fue para ellos, causa de las mayores miserias. El fin del autor es mostrar que los israelitas, siempre que desobedecían a Dios, caían en poder de sus enemigos.
Manasés no desposeyó a (los habitantes de) Betseán con sus aldeas, ni a los de Taanac con sus aldeas, ni a los habitantes de Dor con sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam con sus aldeas, ni a los habitantes de Megiddó con sus aldeas; por lo cual los cananeos lograron mantenerse en aquel territorio.
28Cuando Israel cobró fuerza, hizo tributarios a los cananeos, pero no los expulsó por completo. 29Efraím no expulsó a los cananeos que habitaban en Guécer; y los cananeos siguieron viviendo en medio de ellos en Guécer. 30Zabulón no expulsó a los habitantes de Ketrón, ni a los habitantes de Nahalol; y los cananeos siguieron viviendo en medio de ellos pero vinieron a ser tributarios. 31Aser no expulsó a los habitantes de Acó ni a los habitantes de Sidón, Ahalab, Aczib, Helbá, Afee y Rohob; 32sino que los hijos de Aser vivieron en medio de los cananeos, habitantes del país, pues, no los expulsaron. 33Neftalí no expulsó a los habitantes de Betsemes, ni a los habitantes de Betanat, sino que habitó en medio de los cananeos, habitantes del país; pero los habitantes de Betsemes y de Betanat vinieron a ser tributarios suyos. 34
34. De ahí la expedición de los danitas que se relata en el capítulo 18.
Los amorreos estrecharon a los hijos de Dan en las montañas; pues no les permitían bajar a los valles.
35Lograron los amorreos habitar en Har-Heres, en Ayalón, y en Saalbim; mas cuando la mano de la casa de José pesó sobre ellos, vinieron a ser tributarios. 36
36. Acrabim: Véase Números 34, 4. Selá, más tarde llamada Petra, al sur del Mar Muerto.
El territorio de los amorreos se extendía desde la subida de Acrabim y desde Selá para arriba.
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